Preparación:
1. Prepara las albóndigas:
- En un bol, mezcla todos los ingredientes de las albóndigas hasta integrar bien.
- Forma bolitas del tamaño de una nuez.
- Puedes freírlas ligeramente en una sartén con un poco de aceite para sellarlas, o hornearlas unos 10–15 min a 180 °C si prefieres una versión más ligera. Reserva.
2. Haz la salsa de cebolla:
- En la misma sartén (con un poquito más de aceite si hace falta), añade las cebollas en juliana.
- Cocina a fuego medio-bajo hasta que estén blanditas y doradas (paciencia, este paso vale oro).
- Añade la harina y remueve 1 minutito.
- Vierte el vino blanco y deja que evapore el alcohol (2-3 minutos).
- Agrega el caldo, sal, pimienta, y cocina unos 5–10 minutos más, hasta que la salsa espese un poco.
3. Une todo:
- Incorpora las albóndigas a la salsa.
- Cocina a fuego bajo, tapado, unos 10 minutos para que se impregnen bien del sabor.
️ Sírvelas con:
- Arroz blanco
- Puré de patata
- Pasta corta
- ¡O con pan crujiente para mojar la salsa!
Resultado:
Albóndigas jugosas por dentro, cubiertas con una salsa dulce y sabrosa de cebolla que te hará cerrar los ojos en cada bocado.
¿Te gustaría una versión sin carne, o con ingredientes más saludables? También la tengo
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