Suave, cremoso y natural. Perfecto para desayunos, meriendas o postres. Ingredientes:
– 1 litro de leche entera (puede ser fresca o pasteurizada)
– 2 cucharadas de yogur natural sin azúcar (con cultivos activos) Preparación:
1. Calienta la leche:
En una olla, calienta la leche a fuego medio hasta que alcance aproximadamente 85 °C (cuando empiece a humear pero sin hervir). Retira del fuego.
2. Deja enfriar:
Deja que la leche se enfríe hasta unos 43-45 °C (tibia al tacto, sin quemar).
3. Agrega el yogur:
En un bol, mezcla 2 cucharadas de yogur natural con un poco de la leche tibia. Luego, añade esta mezcla al resto de la leche y remueve bien.
4. Incuba:
Vierte la mezcla en frascos limpios o un recipiente grande. Cubre con una tapa o paño limpio y deja reposar en un lugar cálido durante 8 a 10 horas (por ejemplo, dentro del horno apagado o envuelto en una manta).
5. Filtrado para convertir en yogur griego:
Coloca un colador con un paño limpio o gasa sobre un recipiente. Vierte el yogur y deja escurrir en la nevera por 2 a 4 horas, dependiendo del espesor deseado.
6. ¡Listo!
Guarda el yogur griego en frascos y consérvalo en la nevera hasta por 7 días. Opcional:
Puedes endulzarlo con miel, añadir frutas frescas, granola o frutos secos.
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YOGUR GRIEGO CASERO
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