¡Una costurera con 60 años de experiencia me contó este secreto!

Procedimiento paso a paso
Con el cepillo de dientes, basta con cruzar el hilo de un lado del cepillo de dientes al otro y coger la aguja del lado del ojo donde está enhebrada, presionar un poco y se introduce el hilo por ese canal.

Con un comprimido vacío o un blíster de comprimidos, basta con cortar una tira fina, hacer un pequeño corte en uno de sus lados y dejar una punta. A continuación, la prueba se realiza simplemente insertando el hilo en ese corte y pasando la aguja por el mismo orificio u ojo, pasando el hilo de esta forma de forma segura.
Con un hisopo, procedemos cortando los lados con el algodón del hisopo y así tendremos una especie de tubo de plástico. Enhebra un alambre delgado o una cerda de escoba, creando un pequeño gancho. Este tipo de gancho se utiliza para pasar fácilmente por el ojo de la aguja e insertar el hilo a enhebrar.

Este es probablemente el método más común y conocido. Consiste en humedecer ligeramente la punta del hilo con saliva o agua. Esto ayuda a que las fibras del hilo se peguen, lo que facilita el enhebrado. Aunque simple, este truco es muy efectivo, especialmente cuando el hilo se deshilacha fácilmente.
Otro truco inteligente es cortar un pequeño trozo de papel o tela fina, doblarlo por la mitad y colocar el hilo en el pliegue. Luego, inserta la punta doblada del papel o tela a través del ojo de la aguja. Una vez que el papel o la tela están enhebrados, el hilo lo sigue fácilmente. Este método es especialmente útil para aquellos que luchan con la precisión.
Los métodos caseros de enhebrar la aguja, transmitidos de generación en generación, son un ejemplo del ingenio y la habilidad de nuestras abuelas. Estos trucos no solo simplifican el proceso de enhebrado, sino que también nos conectan con una tradición de costura consagrada por el tiempo.

Si tienes problemas para enhebrar una aguja, prueba algunos de estos métodos y experimenta la sabiduría de la abuela en tu costura.

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