Tarta Fría de Queso y Fresas  (Sin Horno)

Preparación

 Preparar la base:

Tritura las galletas hasta obtener una textura arenosa.
Mezcla con la mantequilla derretida hasta formar una pasta homogénea.
Coloca la mezcla en un molde desmontable (20-22 cm) y presiónala bien con el dorso de una cuchara o un vaso. Refrigera mientras preparas el relleno.
 Hidratar la gelatina:

Si usas gelatina en polvo, disuélvela en los 50 ml de agua fría y caliéntala unos segundos en el microondas hasta que se disuelva por completo.
Si usas hojas de gelatina, remójalas en agua fría hasta que se ablanden, luego escúrrelas y disuélvelas en un poco de agua caliente.
 Preparar el relleno:

Bate la nata bien fría hasta que forme picos suaves y resérvala en la nevera.
En otro bol, mezcla el queso crema con el azúcar glas hasta conseguir una textura cremosa.
Agrega el puré de fresas e intégralo bien con la mezcla de queso.
Añade la gelatina disuelta y mezcla de manera uniforme.
Incorpora la nata montada con movimientos envolventes para mantener la textura aireada.
 Montar y refrigerar:

Vierte la mezcla sobre la base de galletas y alisa la superficie.
Lleva a la nevera por un mínimo de 6 horas, o mejor aún, durante toda la noche para que tome consistencia.
 Decorar y servir:

Bate la nata con azúcar al gusto hasta formar picos firmes.
Decora la tarta con la crema usando una manga pastelera o una cuchara.
Sirve fría y disfruta de esta deliciosa tarta sin horno.