Sopa de cebolla francesa

Caramelizar las cebollas

Calienta el aceite y la mantequilla:
En una olla grande o en una cacerola holandesa, calienta el aceite de oliva y la mantequilla a fuego medio hasta que se derrita.
Agrega las cebollas:
Agrega las cebollas cortadas en rodajas finas a la olla y revuelve para cubrirlas con el aceite y la mantequilla.
Carameliza las cebollas:
Cocina las cebollas, revolviendo con frecuencia, durante unos 30 a 40 minutos, hasta que estén blandas, doradas y caramelizadas.
Después de unos 15 minutos, agrega 1 cucharadita de azúcar para ayudar a que las cebollas se caramelicen y se vuelvan dulces. Ten paciencia con este paso, ya que es esencial para el sabor de la sopa.
Agrega el ajo:
Agrega el ajo picado y cocina durante 1 a 2 minutos más hasta que desprenda un aroma fragante.

Preparando la sopa

Añadir la harina:
Espolvorear la harina sobre las cebollas caramelizadas y revolver para combinar. Cocinar durante unos 2 minutos para eliminar el sabor a harina cruda. Esto ayudará a espesar un poco la sopa.
Desglasar con vino (opcional):
Añadir el vino blanco a la olla, raspando los trozos dorados del fondo. Deja que el vino hierva a fuego lento durante 2-3 minutos hasta que se haya evaporado casi por completo.
Añadir el caldo y las hierbas:
Verter el caldo de res, agregar la hoja de laurel y el tomillo, y llevar la sopa a fuego lento. Reducir el fuego a bajo, tapar y dejar cocinar a fuego lento durante 30-40 minutos para desarrollar los sabores.
Sazonar:
Retirar las ramitas de tomillo y la hoja de laurel. Pruebe la sopa y sazone con sal y pimienta según sea necesario.

Preparando la cobertura

Tostar la baguette:
mientras la sopa hierve a fuego lento, precalentar el horno a 200 °C (400 °F). Colocar las rebanadas de baguette en una bandeja para hornear y tostarlas en el horno durante unos 5 a 7 minutos, hasta que estén doradas y crujientes.
Agregar el queso:
retirar las rebanadas de baguette del horno y cubrirlas con una cantidad generosa de queso gruyère rallado (y parmesano, si se usa).

Armado de la sopa

Asar la cobertura:
Configura el horno para asar. Sirve la sopa en tazones aptos para horno, coloca una rebanada de baguette tostada sobre cada uno y espolvorea con queso gruyère adicional.
Derretir el queso:
Coloca los tazones en una bandeja para hornear y asa en el horno durante 2 o 3 minutos, hasta que el queso se derrita, burbujee y adquiera un color marrón dorado.

Servicio

Decore y sirva:
sirva la sopa de cebolla francesa caliente, adornada con tomillo fresco o una pizca de parmesano si lo desea. Tenga cuidado al servir, ya que los tazones estarán calientes debido al asador.
Disfrute: rompa la parte superior crujiente y quesosa para disfrutar de la sopa sabrosa, dulce y ricamente sabrosa que se encuentra debajo.

Consejos para el éxito

Cebollas: tenga paciencia al caramelizar las cebollas. Deben cocinarse lentamente para liberar sus azúcares naturales, lo que le da a la sopa su dulzura característica.
Caldo: el caldo de res casero o un caldo de res de alta calidad con bajo contenido de sodio funciona mejor para obtener un sabor intenso.
Queso: el gruyère es la opción tradicional para este plato, pero el queso suizo o incluso un queso cheddar blanco fuerte pueden funcionar como sustituto.

Conclusión

La sopa de cebolla francesa es el plato más reconfortante que combina cebollas caramelizadas, caldo intenso, baguette crujiente y queso derretido. Ya sea que la sirva como aperitivo o plato principal, este plato seguramente impresionará con su profundidad de sabor y su calidez acogedora.

Esta receta proporciona todos los pasos para preparar una sopa de cebolla francesa tan deliciosa como las que se sirven en los bistrós franceses. ¡Disfruta de este clásico reconfortante con tus seres queridos!

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