Instrucciones:
1. Preparar las manzanas:
- Precalienta el horno a 180°C (350°F).
- En un tazón grande, mezcla las manzanas con el azúcar, la canela y el jugo de limón. Deja que repose unos minutos para que las manzanas suelten algo de jugo y se impregnen con la mezcla.
2. Preparar la base del pastel:
- En otro tazón grande, mezcla la harina, el azúcar, el polvo de hornear y la sal.
- Agrega la mantequilla derretida, el huevo, la vainilla y la leche. Mezcla bien hasta obtener una masa suave y homogénea.
3. Montar el pastel:
- Vierte la mezcla de masa en un molde engrasado y enharinado (puede ser un molde de 20 cm de diámetro).
- Distribuye las manzanas sobre la masa de manera uniforme. Si deseas, puedes agregar algunas nueces picadas por encima para darle un toque crujiente.
4. Hornear:
- Coloca el molde en el horno precalentado y hornea durante 40-45 minutos o hasta que la parte superior esté dorada y al insertar un palillo en el centro, salga limpio.
5. Dejar enfriar y decorar:
- Deja enfriar el pastel durante unos 10 minutos antes de desmoldarlo.
- Si lo deseas, espolvorea con azúcar glas y más canela al gusto para un toque extra de sabor y presentación.
Consejos:
- Variedad de manzanas: Puedes usar cualquier tipo de manzana, pero las manzanas tipo Granny Smith o las rojas son ideales por su sabor equilibrado.
- Toque extra: Si te gustan los frutos secos, añadir nueces o almendras picadas a la mezcla le da un toque crujiente que va perfecto con la suavidad de las manzanas.
- Servir con helado: Este pastel es perfecto acompañado de una bola de helado de vainilla o crema batida. ¡Una delicia!
Conclusión:
Este pastel de manzana y canela es sin duda un verdadero tesoro en la tierra. Con su sabor reconfortante y la mezcla de texturas suaves y crujientes, siempre será un éxito en cualquier ocasión. ¡Guarda esta receta y compártela con tus seres queridos! ¡Nunca pasará de moda!
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