Azúcar en polvo (para espolvorear)
Bayas frescas o almendras en rodajas
Cómo hacer un pastel de desayuno de vainilla súper suave
Siga estos sencillos pasos para crear el desayuno más delicioso:
1. Precaliente el horno a 175 °C (350 °F). Engrase ligeramente o forre con papel vegetal un molde para hornear de 20 x 20 cm (8 x 8 pulgadas).
2. En un tazón grande, combine todos los ingredientes secos: harina para todo uso, azúcar granulada, azúcar morena, polvo para hornear y sal.
3. En un recipiente aparte, mezcle los ingredientes húmedos: leche, crema agria (o yogur griego), mantequilla derretida (o aceite), huevo y extracto de vainilla.
4. Combine suavemente las mezclas húmeda y seca. Remueva hasta que estén bien integradas; evite mezclar demasiado para mantener una textura suave.
5. Vierta la masa en el molde para hornear preparado y alise la superficie con una espátula.
6. Hornee durante 25 a 30 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, éste salga limpio.
7. Deje enfriar un poco y luego espolvoree con azúcar en polvo o cubra con bayas frescas o almendras para agregarle más sabor y textura.
Consejos de expertos para el pastel perfecto
Consejo para una mayor humedad: sustituya la leche por suero de leche para obtener una miga aún más tierna.
Agregue una corteza dulce: antes de hornear, espolvoree una capa ligera de azúcar y canela en la parte superior para obtener una corteza sutilmente crujiente y dulce.
Variaciones
Delicia con sabor a fruta : Para un toque de frescura, incorpora 1 taza de fresas, arándanos o frambuesas en cubos a la masa antes de hornear. El dulzor natural y la ligera acidez de la fruta complementan a la perfección el sabor a vainilla. Como alternativa, añade una capa de mermelada de frutas para un efecto marmolado.
Toque de nuez o especias : Dale una textura crujiente mezclando ½ taza de nueces picadas, pecanas o almendras fileteadas. Para una versión cálida y especiada, incorpora una cucharadita de canela o una pizca de nuez moscada a los ingredientes secos. Estos ingredientes le aportan profundidad y un aroma reconfortante.
Mejora de la ralladura de cítricos : Realza el sabor añadiendo la ralladura de un limón o naranja a los ingredientes húmedos. Las notas cítricas combinan de maravilla con la vainilla, creando un pastel refrescante y aromático. Un chorrito de glaseado cítrico (hecho con azúcar glas y jugo de limón) después de hornear le aporta un toque dulce y ácido.
Consejos
Ingredientes a temperatura ambiente : Para una masa más suave y un horneado uniforme, asegúrese de que ingredientes como los huevos, la leche y la crema agria estén a temperatura ambiente antes de mezclarlos. Los ingredientes fríos pueden hacer que la masa se cuaje o se hornee de forma irregular.
No mezcle demasiado : Revuelva la masa solo hasta que los ingredientes secos y húmedos se integren. Mezclar demasiado puede resultar en un pastel denso y duro debido al exceso de gluten. No hay problema con que queden algunos grumos pequeños.
Comprueba el punto de cocción con antelación : Los hornos varían, así que empieza a comprobar el bizcocho a los 20 minutos. Si la parte superior se dora demasiado rápido, pero el centro no está listo, cúbrelo ligeramente con papel aluminio para evitar que se dore demasiado mientras termina de hornearse.
Cómo almacenar
Temperatura ambiente : Conserve el pastel en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta por 2 días. Para mayor humedad, coloque una rebanada de pan en el recipiente; esto ayuda a conservar la textura suave al liberar la humedad lentamente.
Refrigeración : Si has cubierto el pastel con ingredientes perecederos como crema batida o fruta fresca, guárdalo en el refrigerador hasta por 3 días. Deja que alcance la temperatura ambiente antes de servir para obtener una textura óptima.
Congelación para después : Envuelva bien cada rebanada o el pastel entero en film transparente y papel aluminio. Congélelo hasta por 2 meses. Descongélelo a temperatura ambiente o caliéntelo brevemente en el microondas para que quede como recién horneado.
Conclusión
Este pastel de vainilla supersuave para el desayuno es una receta versátil e infalible que aporta calidez y dulzura a cualquier mañana. Con su miga tierna y su delicado sabor a vainilla, es un lienzo en blanco para infinitas personalizaciones, desde toques frutales hasta toques especiados.
Ya sea que lo prepares para un capricho rápido entre semana o para un brunch relajado de fin de semana, este pastel promete simplicidad y satisfacción. Acompáñalo con café, té o un poco de yogur y disfruta de la reconfortante exquisitez de la repostería casera en su máxima expresión.