Instrucciones:
- Mezcla los ingredientes líquidos: En un tazón grande, bate el huevo, luego agrega la leche y el aceite (o mantequilla derretida). Mezcla bien hasta que todos los ingredientes líquidos estén combinados.
- Mezcla los ingredientes secos: En otro tazón, coloca la harina, el polvo de hornear, la sal y la pimienta. Si decides usar orégano o albahaca, agrégalas en este paso.
- Unir los ingredientes: Agrega los ingredientes secos a la mezcla líquida y revuelve hasta que todo esté bien integrado.
- Agregar el queso: Incorpora el queso rallado a la mezcla y remueve hasta que se distribuya de manera uniforme en la masa.
- Cocinar el pan: En una sartén antiadherente grande, calienta un poco de aceite a fuego medio. Una vez caliente, vierte la mezcla en la sartén, extendiéndola de manera uniforme.
- Cocinar a fuego bajo: Cubre la sartén con una tapa y cocina durante unos 10-12 minutos a fuego bajo. Deja que el pan se cocine lentamente para que se dore por fuera y se cocine por dentro.
- Revisar y voltear: Cuando veas que los bordes están dorados y el pan se despega fácilmente del fondo, voltea el pan con mucho cuidado. Cocina por otros 5-7 minutos hasta que esté completamente dorado y cocido por dentro.
- Servir: Una vez cocido, retira el pan de la sartén y deja enfriar un poco antes de cortarlo. ¡Ya está listo para disfrutar!
Consejos adicionales:
- Rellenos adicionales: Si quieres, puedes agregar trozos de jamón, bacon o hierbas frescas a la mezcla para un toque extra de sabor.
- Queso: Si prefieres un pan más cremoso, usa queso crema o ricotta junto con el queso rallado.
- Sartén adecuada: Asegúrate de usar una sartén antiadherente para evitar que el pan se pegue.
¡Listo! Ahora tienes un delicioso pan de queso sin horno que puedes disfrutar en solo 20 minutos. ¡Es perfecto para acompañar una comida o disfrutar como snack! ¿Te gustaría hacer alguna variación con otros ingredientes?