Pastel de canela
Pastel de canela
¡Pues untadme mantequilla en las galletas! Si sois unos golosos que no os dan tregua, este pastel de canela os espera un auténtico capricho.
Es como si alguien hubiera cogido vuestro rollo de canela favorito del domingo por la mañana y lo hubiera convertido en un pastel lo bastante grande como para alimentar a toda la familia… ¡y más! No es una receta elegante para preparar todo el día en la cocina.
No, es el tipo de cosas que podéis preparar en menos tiempo del que os da decir “pasadme la mantequilla”.
Tiene todos esos sabores cálidos y acogedores que harán que vuestra cocina huela a paraíso en la tierra.
Y dejadme que os diga que, cuando el glaseado toca el pastel caliente, es como… bueno, es como la mañana de Navidad, el 4 de julio y vuestro cumpleaños, todo en uno.
Tanto si lo sirvéis en el desayuno (¡eh, no os juzgo!) como si lo sirvéis como postre después de la cena, este pastel hará que todos vuelvan a comer otra vez.
Así que toma tu batidora y comencemos a hornear: ¡tus papilas gustativas están a punto de dar un bailecito!
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