Instrucciones:
- Preparar los calabacines:
- Lava bien los calabacines y córtalos en rodajas finas o en tiras largas, según tu preferencia. Si prefieres un toque de presentación más bonito, puedes cortarlos en forma de bastones, como si fueran papas fritas.
- Escurrir el calabacín (opcional, pero recomendado):
- Si prefieres evitar que los calabacines suelten demasiada agua durante la cocción, coloca las rodajas o bastones de calabacín en un colador, espolvorea un poco de sal y deja reposar unos 15 minutos. Esto ayudará a que el exceso de agua se libere. Luego, sécalos con un paño limpio o toallas de papel.
- Preparar la mezcla crujiente:
- En un bol, mezcla el pan rallado, el queso parmesano, el ajo en polvo, las hierbas italianas, sal y pimienta. Si deseas un toque más crujiente, puedes añadir un poco de panko (pan rallado japonés).
- Si prefieres una opción más saludable, puedes omitir el pan rallado y usar harina de almendra o avena molida.
- Cubrir los calabacines:
- Pinta las rodajas o bastones de calabacín con un poco de aceite de oliva, asegurándote de cubrir bien cada pieza. Esto ayudará a que se adhiera la mezcla crujiente.
- Luego, pasa cada rodaja o bastón de calabacín por la mezcla de pan rallado y queso, presionando ligeramente para que se adhiera bien.
- Hornear:
- Precalienta el horno a 200°C (400°F). Coloca las piezas de calabacín en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino o ligeramente aceitada. Intenta que las piezas no se superpongan para que queden más crujientes.
- Hornea durante unos 20-25 minutos o hasta que estén dorados y crujientes, volteando las piezas a la mitad del tiempo para asegurarte de que se cocinen de manera uniforme.
- Servir:
- Una vez que estén dorados y crujientes, sácalos del horno y sirve inmediatamente. Puedes acompañarlos con tu salsa favorita, como salsa de yogur, salsa de tomate o incluso una salsa de queso.
Consejos adicionales:
- Variedades de calabacín: Si tienes diferentes tipos de calabacines (como el calabacín amarillo), puedes mezclar todos para darle más color y sabor.
- Alternativas sin gluten: Si prefieres una opción sin gluten, simplemente usa pan rallado sin gluten o avena molida.
- Agrega un toque picante: Si te gusta el picante, puedes añadir un poco de chile en polvo o pimentón ahumado a la mezcla de pan rallado.
Este truco de hornear los calabacines con una capa crujiente es mucho más saludable que freírlos, y además mantienen su sabor fresco y delicioso. ¡Una opción perfecta para una guarnición, aperitivo o incluso una comida ligera! ¿Te animas a probarlo?