preparación
1. Mezclar los ingredientes secos: En un bol grande, combinar la harina con el azúcar y la sal.
2. Agregar agua y aceite: Verter gradualmente el agua y añadir el aceite, mezclando constantemente hasta obtener una masa homogénea y sin grumos.
3. Calentar la sartén: Colocar una sartén antiadherente a fuego medio-bajo. Una vez caliente, engrasarla ligeramente con un poco de aceite.
4. Cocinar: Verter la masa en la sartén caliente, distribuyéndola de manera uniforme. Subir el fuego a medio cuando comiencen a formarse burbujas.
5. Dar la vuelta y cocinar: Después de unos minutos, cuando el lado inferior esté dorado y hayan aparecido burbujas, voltear el pan para cocinar el otro lado.
6. Servir: Una vez cocido, envolver el pan en un paño limpio para mantenerlo suave. Servir caliente.
Esta receta simple y rápida garantiza un pan plano suave por dentro y ligeramente crujiente por fuera, perfecto para cualquier momento del día.