Te enseño a hacer la LECHE CONDENSADA CASERA
En un bol grande, bate las yemas de huevo con el azúcar hasta que la mezcla esté bien integrada y adquiera un color amarillo pálido. Puedes hacerlo con un batidor de mano o una batidora eléctrica.
3. Añadir la maicena:
Agrega la maicena a la mezcla de yemas y azúcar. Bate bien hasta que se forme una mezcla homogénea, sin grumos. La maicena es la que dará consistencia a la crema pastelera, así que asegúrate de que se mezcle bien.
4. Temperar la mezcla:
Una vez que la leche esté templada, retira la vaina de vainilla si la usaste y, poco a poco, añade la leche caliente a la mezcla de yemas, batiendo constantemente. Este paso es importante para evitar que las yemas se cocinen de manera brusca y se formen grumos. Este proceso se llama “temple” y ayuda a igualar las temperaturas.
5. Cocinar la crema pastelera:
Vierte la mezcla nuevamente en la cacerola y cocina a fuego medio-bajo sin dejar de remover. Es importante que no dejes de mover para evitar que se pegue al fondo y se formen grumos. La mezcla empezará a espesar después de unos minutos. Cuando esté lo suficientemente espesa para cubrir el dorso de una cuchara (o cuando al pasar el dedo por la cuchara se forme una línea), estará lista.
6. Añadir la mantequilla:
Una vez que la crema haya espesado, retírala del fuego y agrega la mantequilla, removiendo hasta que se derrita y se integre completamente. Esto le dará un extra de suavidad y brillo a tu crema pastelera.
7. Enfriar la crema pastelera:
Pasa la crema pastelera a un recipiente limpio y cúbrela con film transparente, asegurándote de que el film toque la superficie de la crema para evitar que se forme una costra. Deja enfriar a temperatura ambiente y luego refrigera durante al menos 2 horas antes de usarla.
Consejos adicionales:
- Usar vaina de vainilla: Si quieres darle un sabor más natural, usa una vaina de vainilla en lugar de la esencia. Simplemente abre la vaina, raspa las semillas y agrégalas a la leche junto con la vaina. Recuerda retirarla antes de añadir la mezcla de yemas.
- Evitar grumos: La clave para que la crema pastelera no forme grumos es batir constantemente, tanto cuando agregas la leche caliente como cuando la estás cocinando a fuego bajo. Si llegas a tener algún grumo, puedes colarla por un colador fino para obtener una textura perfecta.
- Conservación: La crema pastelera se puede guardar en la nevera durante 2-3 días en un recipiente hermético. Si está demasiado espesa después de refrigerarla, puedes suavizarla batiéndola un poco antes de usarla.
- Variaciones: Puedes añadir otros sabores a tu crema pastelera, como cacao en polvo, café, o incluso un toque de licor (como ron o Grand Marnier) para darle un toque diferente.
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