¡Harina, azúcar y manteca es todo lo que necesitas! Esta receta la puede hacer un niño, guárdala
Procedimiento
- Inicia precalentando tu horno a una temperatura de 250 grados Celsius.
- Coloca la manteca en el recipiente de un procesador de alimentos y mezcla durante 2 a 3 minutos, o hasta que la manteca adquiera una textura suave.
- Agrega el azúcar a la manteca y bate hasta lograr una combinación homogénea.
- Incorpora la harina a la mezcla de azúcar y manteca. Trabaja todos los ingredientes juntos hasta obtener una mezcla perfectamente combinada.
- Reúne la masa con las manos secas y dale forma, enrollándola hasta que se convierta en un bollo uniforme.
- Cubre el molde con papel de aluminio para facilitar la limpieza posterior.
- Envuelve la masa para galletas en film transparente y métela en la heladera durante al menos 20 a 30 minutos antes de utilizarla.
- Luego, con los dedos, corta pequeños trozos de masa y coloca discos aplanados de aproximadamente 1 cm de altura en una bandeja para hornear, asegurándote de dejar algo de espacio entre ellos.
- Lleva las galletas al horno precalentado a 220°C y hornea durante 8-10 minutos, o hasta que estén completamente cocidas y presenten un hermoso tono dorado en la superficie.
- Tras retirarlas del horno, traslada las galletas a una rejilla para que se enfríen.
¡Ahora puedes saborear estas delicias recién horneadas!
Consejos
- Añade el toque final: Realza las galletas derramando chocolate derretido o decorándolas con pasta de azúcar una vez que estén enfriadas.
- Almacena con cuidado: Conserva las galletas enfriadas en un recipiente hermético para prolongar su frescura, permitiéndote disfrutarlas hasta una semana después de haberlas horneado.
- Sirve con estilo: Degusta estas delicias ya sea ligeramente tibias o a temperatura ambiente, acompañadas de una generosa porción de tu helado preferido y un toque de fruta fresca. Así tendrás un postre instantáneo perfecto para cualquier cena. ¡Que lo disfrutes!
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