Preparación paso a paso
- Preparar el caramelo (opcional): En una sartén, derrite 4 cucharadas de azúcar hasta que se forme un caramelo dorado. Viértelo con cuidado en el fondo de tu molde.
- Disolver la maicena: En una parte de la leche (unos 200 ml), disuelve bien la maicena hasta que no queden grumos.
- Calentar la leche: En una olla, coloca el resto de la leche junto con el azúcar y la vainilla. Calienta a fuego medio hasta que comience a hervir.
- Agregar la maicena disuelta: Baja el fuego y añade la mezcla de maicena, removiendo constantemente con una cuchara de madera o batidor de mano para evitar que se formen grumos.
- Cocinar hasta espesar: Sigue mezclando a fuego bajo hasta que la preparación tenga una consistencia espesa y suave.
- Verter en el molde: Una vez listo, vierte la mezcla en el molde caramelizado y deja enfriar a temperatura ambiente.
- Refrigerar: Lleva a la nevera por al menos 4 horas o hasta que esté bien firme.
- Desmoldar y servir: Pasa un cuchillo por los bordes, desmolda con cuidado y ¡a disfrutar!
Un postre con historia y amor
El flan de maicena con leche es uno de esos postres que nos transportan a la cocina de la abuela, donde los aromas dulces llenaban el ambiente y cada cucharada sabía a hogar. Es un dulce que no necesita grandes técnicas culinarias ni ingredientes costosos para conquistar paladares y corazones.
Conclusión
Si estás buscando un postre fácil, económico y lleno de sabor, el flan de maicena con leche es tu mejor opción. Su textura sedosa y su dulzura equilibrada lo convierten en el cierre perfecto para cualquier comida. ¡Anímate a prepararlo y deja que este clásico casero derrita corazones en tu mesa!
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