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Espinacas Gratinadas con Queso y Bechamel

Preparación:

1. Preparar las espinacas:

  1. Espinacas frescas: Si estás utilizando espinacas frescas, lávalas bien y retira los tallos duros. En una sartén grande, calienta una cucharada de aceite de oliva a fuego medio. Agrega el ajo picado (si lo deseas) y sofríelo hasta que esté fragante.
  2. Agrega las espinacas a la sartén y cocina durante unos 3-4 minutos, hasta que se marchiten. Si usas espinacas congeladas, simplemente descongélalas y escúrrelas bien antes de agregarlas a la sartén. Salpimienta al gusto.

2. Preparar la salsa bechamel:

  1. En una sartén grande, derrite la mantequilla a fuego medio.
  2. Agrega la harina y cocina durante 2 minutos, revolviendo constantemente para evitar que se formen grumos.
  3. Poco a poco, añade la leche a la sartén mientras sigues removiendo para que la salsa se vuelva suave y cremosa.
  4. Cocina la mezcla durante unos 5-7 minutos hasta que espese. Agrega sal, pimienta y nuez moscada al gusto.

3. Montar el platillo:

  1. Precalienta el horno a 180°C (350°F).
  2. Engrasa ligeramente una fuente para horno con mantequilla.
  3. Coloca las espinacas cocidas en la fuente y cubre con la salsa bechamel, asegurándote de que se distribuyan bien.
  4. Espolvorea el queso rallado sobre las espinacas y la salsa.

4. Gratinado:

  1. Coloca la fuente en el horno precalentado y hornea durante 15-20 minutos o hasta que el queso se derrita y quede dorado y burbujeante en la parte superior.
  2. Si quieres un toque extra de gratinado, puedes poner la fuente bajo el grill del horno durante los últimos 2-3 minutos, pero asegúrate de no dejarla demasiado tiempo para que no se queme.

5. Servir:

  1. Deja enfriar un poco antes de servir. ¡Tus espinacas gratinadas con queso y bechamel están listas para disfrutar!

Consejos:

  • Variedades de queso: Puedes usar cualquier queso que se derrita bien, como mozzarella, gouda, cheddar o una mezcla de quesos.
  • Espinacas congeladas: Si usas espinacas congeladas, asegúrate de escurrir bien el exceso de agua antes de agregarlas a la receta.
  • Añadir un toque de proteína: Si lo deseas, puedes agregar trozos de pechuga de pollo cocida o trozos de jamón a las espinacas antes de cubrir con la salsa bechamel para un plato más completo.

Conclusión:

Las espinacas gratinadas con queso y bechamel son un plato delicioso y reconfortante, perfecto para cualquier ocasión. La cremosidad de la salsa bechamel combinada con el queso derretido hace que las espinacas sean un acompañante o platillo principal que a todos les encantará. ¡Pruébalo y disfruta de esta receta fácil y sabrosa!

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