El truco para hacer unas deliciosas patatas fritas crujientes sin una gota de aceite

Sazona las claras de huevo: en un bol, bate las claras de huevo hasta que estén espumosas. Mezcla la sal, la pimienta, el pimentón y cualquier condimento adicional que te guste. Puede ser cualquier cosa, desde un toque de romero hasta una mezcla especial para papas fritas del supermercado.

Rebozar las patatas: cortar las patatas en rodajas de la forma deseada para las patatas fritas y colocarlas en una ensaladera grande. Verter las claras de huevo sazonadas sobre las patatas, asegurándose de que cada trozo quede bien cubierto. Mezclar con las manos, asegurándose de que la cobertura sea uniforme.

Prepárese para hornear: precaliente el horno a 220 °C (428 °F). Tome una bandeja para hornear y cúbrala con papel para hornear o papel pergamino para evitar que las papas fritas se peguen.

Coloca las papas fritas: coloca las papas fritas en la bandeja preparada. Asegúrate de dejarlas bien separadas para evitar que se peguen y que queden bien crujientes.

Hornear: Introducir la bandeja en el horno precalentado. Pasados ​​10 minutos, controlar las patatas y darlas vuelta para comprobar que estén bien crocantes por todos los lados. Hornear durante 10-12 minutos más o hasta que adquieran un tono dorado y crujiente.

Consejo adicional:

Para que quede aún más esponjoso por dentro, puedes hervir ligeramente las papas fritas antes de rebozarlas con la mezcla de clara de huevo y hornearlas como se describe. Este paso es opcional, pero puede mejorar la textura de las papas fritas.

Enhorabuena, has descubierto un método infalible para disfrutar de unas deliciosas patatas fritas doradas y crujientes sin necesidad de freírlas en abundante aceite. Esta alternativa más saludable no sacrifica el sabor ni la textura, lo que te permite saborear tu plato favorito sin sentirte culpable. ¡Disfruta del crujido!

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