¡el postre de chocolate que hará que todos pidan más!
MODO DE PREPARACIÓN😍
- Precalienta el horno a 180°C (350°F). Engrasa ligeramente un molde para hornear de tamaño pequeño o mediano (de unos 6-8 centímetros de diámetro).
- Derrite el chocolate y la mantequilla: Coloca el chocolate y la mantequilla en un recipiente apto para microondas o en un baño maría. Si usas microondas, calienta en intervalos de 30 segundos, removiendo cada vez, hasta que se derrita y quede suave.
- Bate los huevos y el azúcar: En un tazón grande, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté espumosa y de un color amarillo pálido. La mezcla debe duplicar su volumen.
- Mezcla los ingredientes: Agrega el chocolate derretido con mantequilla a los huevos batidos y mezcla bien. Añade la harina, la esencia de vainilla y la pizca de sal. Remueve hasta que todo esté completamente integrado.
- Hornea el postre: Vierte la mezcla en el molde y hornea por aproximadamente 12-15 minutos. El tiempo de cocción puede variar dependiendo del tamaño del molde y de la potencia de tu horno. El centro debe quedar un poco blando y derretido, mientras que los bordes estarán más firmes. ¡No lo hornees demasiado, ya que el centro debe ser líquido!
- Deja enfriar un poco: Una vez que saques el postre del horno, déjalo reposar unos minutos antes de desmoldarlo. Si lo prefieres, espolvorea azúcar glass por encima para un toque elegante y dulce.
Consejos adicionales:
- Personalización: Si quieres darle un toque extra de sabor, puedes agregar trozos de nueces, almendras o frutos rojos a la mezcla antes de hornear.
- Acompañamientos: Este postre se puede servir con una bola de helado de vainilla, crema batida o un coulis de frutos rojos para un contraste delicioso.
- Versión sin gluten: Si prefieres una opción sin gluten, simplemente reemplaza la harina común por harina de almendra o de arroz.
¿Por qué este postre es tan especial?
La magia de este postre radica en su textura. En el exterior tiene una capa suave y ligeramente crujiente, mientras que en el interior, el chocolate se derrite de una forma irresistible. Cada bocado es un trozo de cielo que hará que todos en la mesa pidan más. Este postre es perfecto para compartir en ocasiones especiales o para consentir a tus seres queridos con un detalle dulce que no olvidarán.
Además, su preparación es rápida y sencilla, lo que significa que podrás deleitar a tus invitados sin pasar horas en la cocina. ¡No hay excusas para no probarlo!
Conclusión:
Si buscas un postre que deje a todos con la boca abierta y pidiendo más, este es el indicado. Su combinación perfecta de chocolate, suavidad y sabor hace que cada bocado sea una experiencia única. Así que, la próxima vez que quieras impresionar en una comida o celebración, no dudes en preparar este delicioso postre de chocolate. ¡Serás el centro de atención y todos te pedirán la receta!
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