Preparación
- Precalienta el horno a 180 °C y engrasa el molde con manteca y harina para evitar que el pastel se pegue.
- En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa y de color claro. Esto ayudará a que el pastel quede más aireado.
- Agrega la leche, el aceite y la esencia de vainilla. Mezcla bien para integrar los ingredientes líquidos.
- Poco a poco, incorpora la harina tamizada (con el polvo para hornear si usas harina común). Hazlo en partes y mezcla con movimientos envolventes para evitar que se pierda el aire de la preparación.
- Si decides usarla, agrega la ralladura de limón para un toque especial. Remueve suavemente.
- Vierte la mezcla en el molde previamente preparado y lleva al horno por aproximadamente 40-45 minutos. Para asegurarte de que esté listo, pincha el centro con un palillo: si sale limpio, tu pastel está perfecto.
Tips para un resultado espectacular
- Si quieres darle un toque diferente, puedes agregar chips de chocolate, nueces o frutas secas a la masa.
- Para un acabado más sofisticado, espolvorea azúcar glas una vez que el pastel se enfríe o cúbrelo con tu glaseado favorito.
Disfruta y comparte
Cuando el pastel esté listo, déjalo enfriar unos minutos antes de desmoldarlo. Sirve con una taza de café, té o un vaso de leche fría, y prepárate para recibir halagos. Este pastel es ideal para celebraciones, tardes de merienda o simplemente para consentirte.
¡Ahora que tienes esta receta, atrévete a prepararla y déjate conquistar por su sabor! ¿Quién puede resistirse a un pastel que lo tiene todo?