Precaliente el horno a 200 °C (400 °F) y cubra una bandeja para hornear con papel pergamino para facilitar la limpieza.
Extiende una lámina de hojaldre sobre la bandeja de horno preparada. Unta la mostaza uniformemente sobre la superficie, dejando un pequeño borde alrededor. Espolvorea la mitad del queso mozzarella, la mitad del tocino picado y la mitad del eneldo.
Coloque la segunda lámina de hojaldre encima y presione suavemente para sellar. Repita el proceso con el resto de la mostaza, el queso, el tocino y el eneldo. Pinte la superficie con huevo batido para un acabado dorado y luego marque ligeramente la masa en cuadrados o rectángulos sin llegar a cortarla del todo.
Hornee durante 20-25 minutos hasta que la masa esté inflada y dorada. Deje enfriar un poco antes de cortarla en trozos. Sírvala caliente con kétchup para mojar, si lo desea.
Variaciones
Para darle un toque ahumado, prueba a añadir una pizca de pimentón o queso ahumado en lugar de mozzarella. Si prefieres un toque más picante, añade un poco de salsa picante a la mostaza o sustitúyela por alioli picante. Las posibilidades son infinitas, así que experimenta con diferentes quesos, pastas para untar o embutidos como prosciutto o salami.
Los vegetarianos pueden adaptar esta receta fácilmente omitiendo el tocino y añadiendo cebolla caramelizada, champiñones salteados o verduras asadas. Los tomates secos o las aceitunas también le darán un toque mediterráneo. La clave está en equilibrar las capas para que la masa quede crujiente y los sabores se destaquen.
Las hierbas frescas marcan una gran diferencia, pero puedes usar hierbas secas si tienes a mano. Prueba con tomillo, orégano o cebollino para darle un toque aromático diferente. Si no te gusta la mostaza, el pesto o la mantequilla de ajo funcionan igual de bien como base.
Consejos
Para un tocino extra crujiente, hornéalo antes de picarlo y añadirlo a la masa. Esto garantiza que se mantenga crujiente incluso después de hornearlo. Si tienes poco tiempo, usar trocitos de tocino precocidos o tocino crujiente comprado en tienda es una excelente alternativa.
Al trabajar con hojaldre, manténgalo frío hasta que esté listo para usarlo para evitar que se pegue o sea difícil de manejar. Si la masa empieza a ablandarse demasiado al armarla, mételo en el refrigerador unos minutos antes de hornear.
Para asegurar una cocción uniforme, gira la bandeja a la mitad del tiempo de cocción si tu horno tiene zonas calientes. Si la masa no se infla uniformemente, puedes presionarla suavemente con una espátula mientras aún esté caliente.
Cómo almacenar
Las sobras se pueden guardar en un recipiente hermético en el refrigerador hasta por 2 días. Para recalentarlas, colóquelas en un horno precalentado a 180 °C (350 °F) durante 5 a 10 minutos hasta que estén bien calientes y crujientes. Evite calentarlas en el microondas, ya que la masa se humedecerá.
Para almacenarla durante más tiempo, puedes congelar la masa sin hornear antes de agregarle el huevo batido.
Envuélvalo bien en film transparente y congélelo hasta por un mes. Cuando esté listo para hornear, úntelo con huevo batido y hornéelo congelado, aumentando el tiempo de cocción unos minutos.
Si desea preparar los ingredientes con antelación, cocine y pique el tocino con antelación y ralle el queso el día anterior. Guárdelos por separado en el refrigerador hasta que esté listo para ensamblar y hornear.
Conclusión
Este aperitivo de hojaldre es un éxito garantizado, ya sea que organices una fiesta o simplemente te apetezca un capricho salado. Con sus capas hojaldradas, su rico queso, su tocino ahumado y sus hierbas frescas, cada bocado es una deliciosa combinación de texturas y sabores. Además, al ser fácil de usar con hojaldre comercial, podrás prepararlo en un abrir y cerrar de ojos.
Personalizable, rápida y siempre del agrado de todos, esta receta te encantará. Sírvela caliente con tu salsa favorita y verás cómo desaparece en minutos. Ya sea para una ocasión especial o para un refrigerio diario, es un plato que ofrece el máximo sabor con el mínimo esfuerzo.