Preparación
-
-
Colocá la masa de pascualina en un molde rectangular de aproximadamente 15 x 30 cm. Estirala bien para que cubra toda la base y los bordes. Pinchala con un tenedor para que no se infle y llevala al horno fuerte durante 10 minutos. Retirá y dejá enfriar un poco.
-
En un bol, mezclá el jamón cocido picado, el queso tybo o pategrás (rallado o cortado en trozos), los 3 huevos frescos y el queso crema. Mezclá bien hasta integrar.
-
Volcá una parte de esta mezcla sobre la base prehorneada.
-
Encima, colocá las rodajas de tomate y los huevos duros cortados a la mitad. Distribuí de manera pareja.
-
-
Cubrí todo con el resto de la mezcla de queso, jamón y huevo. Espolvoreá con un poco más de queso rallado para lograr una superficie dorada y sabrosa.
-
Llevá la tarta al horno precalentado a 180°C y cociná durante unos 30 minutos, hasta que esté bien dorada en la parte superior y firme en el centro.
-
Una vez lista, dejala enfriar un poco antes de cortarla y llevarla en un táper. Es más fácil de manipular si está tibia o fría.
Consejos
-
Podés agregar aceitunas, morrones o albahaca para variar el sabor.
-
Si no tenés queso crema, podés usar una cucharada de crema de leche o un poco de ricota para suavizar la mezcla.
-
Si la vas a consumir al aire libre, cortala en porciones individuales antes de salir, así es más fácil de servir y compartir.
-
También queda muy bien calentada al día siguiente, ideal para aprovechar las sobras.
Esta tarta sanguchera es una opción ideal para picnics, viandas o reuniones al aire libre.
Es fácil de preparar, se puede comer fría y tiene un sabor que le gusta a todos. ¡Probala y convertite en el alma de la próxima salida!