Preparación:
Preparar los chiles:
1. Limpia los chiles guajillo, ancho y pasilla (si usas pasilla), quitando las semillas y las venas.
2. Coloca los chiles en un sartén caliente y tuéstalos un poco, sin que se quemen. Luego, colócalos en un recipiente con agua caliente y déjalos reposar durante unos 10-15 minutos para suavizarlos.
Preparar la salsa de adobo:
1. En una licuadora, coloca los chiles hidratados, el ajo, la cebolla, el jugo de naranja, el vinagre, el comino, el orégano, el clavo (si usas) y sal y pimienta al gusto. Licúa hasta obtener una salsa suave.
Cortar y marinar la carne:
1. Corta la carne de cerdo en trozos de tamaño medio (aproximadamente de 3-4 cm).
2. Coloca la carne en un tazón grande y vierte sobre ella la salsa de adobo que preparaste. Mezcla bien para que la carne se impregne con la salsa. Cubre el tazón y deja marinar en el refrigerador por al menos 1 hora (o incluso toda la noche para más sabor).
Cocinar la carne:
1. En una cazuela grande o sartén profundo, calienta un poco de aceite a fuego medio-alto.
2. Coloca los trozos de carne marinada y cocina hasta que estén dorados por todos lados.
3. Una vez dorada, agrega un poco de agua (aproximadamente 1/2 taza) y cocina a fuego lento durante 40-50 minutos, o hasta que la carne esté bien cocida y suave. Puedes añadir más agua si es necesario para mantener la salsa espesa.
Servir:
1. Sirve caliente con arroz, frijoles, tortillas de maíz, o como relleno para tacos.
Consejos:
Si deseas un toque más picante, puedes agregar más chile de árbol o chile serrano a la salsa.
Puedes acompañar el platillo con cebolla morada encurtida y cilantro fresco para un contraste de sabores.