Preparación:
1. Preparar el calabacín:
- Lava bien el calabacín y córtalo en rodajas finas (de aproximadamente 1 cm de grosor) o en tiras si prefieres un estilo más tipo “fajita”.
2. Cocinar el calabacín:
- Calienta una sartén a fuego medio y añade una cucharadita de aceite de oliva.
- Agrega las rodajas o tiras de calabacín a la sartén y cocina durante 3-4 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que estén tiernas y ligeramente doradas. Puedes añadir un poco de sal, pimienta y ajo en polvo (o cebolla en polvo) para darles más sabor.
- Si te gustan más crujientes, puedes dejar que se cocinen por un par de minutos más.
3. Añadir el huevo:
- Cuando el calabacín esté cocido, haz un pequeño espacio en el centro de la sartén (si es necesario, empuja las rodajas hacia los bordes) y rompe el huevo en ese espacio.
- Cocina el huevo al gusto (puedes hacerlo revuelto o frito). Si prefieres que la yema quede intacta, simplemente tapa la sartén para que se cocine más rápido.
4. Agregar el queso:
- Cuando el huevo esté casi listo, espolvorea el queso rallado sobre el calabacín y el huevo.
- Cocina por 1-2 minutos más hasta que el queso se derrita completamente.
5. Servir:
- Retira el bocadillo de la sartén y espolvorea un poco de hierbas frescas o secas si lo deseas (como albahaca, orégano o perejil).
- ¡Listo! Sirve caliente y disfruta de este delicioso bocadillo bajo en carbohidratos.
Consejos:
- Si te gustan las verduras más crujientes, puedes dejar que el calabacín se dore un poco más.
- Puedes variar el tipo de queso según tus gustos: el queso mozzarella le da una textura cremosa, mientras que el queso cheddar ofrece un sabor más intenso.
- Si quieres darle un toque extra, agrega unas rodajas de tomate o aguacate por encima al servir.
Este bocadillo es perfecto para una comida rápida, ligera y saludable. ¡Y es tan fácil que se hace en minutos! ¿Te gustaría probar alguna otra variación de este plato o añadir algo más?
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