Preparación:
1. Precalienta el horno:
- Precalienta el horno a 180°C (350°F) y engrasa ligeramente un molde para bizcocho (de unos 22-24 cm de diámetro) o cúbrelo con papel para hornear.
2. Batir los huevos y el azúcar:
- En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla se vuelva suave, espumosa y haya blanqueado. Esto tomará alrededor de 5-7 minutos a mano o con batidora eléctrica.
- Puedes agregar la esencia de vainilla y la ralladura de limón o naranja en este paso si decides usarlas.
3. Añadir los ingredientes líquidos:
- Incorpora la mantequilla derretida (o el aceite) y la leche, batiendo suavemente hasta que se integren bien con la mezcla de huevos y azúcar.
4. Tamizar la harina y la levadura:
- Tamiza la harina junto con la levadura y la pizca de sal. Esto ayuda a evitar los grumos y a hacer que el bizcocho sea más esponjoso.
- Añade esta mezcla de harina a la mezcla líquida poco a poco, batiendo con movimientos envolventes para que no se pierda el aire incorporado.
5. Hornear:
- Vierte la masa en el molde previamente preparado y alisa la superficie.
- Hornea durante unos 30-40 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio. El tiempo puede variar dependiendo del tamaño de tu molde y del horno.
6. Enfriar:
- Deja enfriar el bizcocho en el molde durante unos 10 minutos. Luego, desmóldalo con cuidado y deja enfriar completamente sobre una rejilla.
Consejos:
- Puedes espolvorear azúcar glas por encima para darle un toque extra de dulzura o decorar con frutas o mermelada.
- Si quieres un toque extra de sabor, agrega un poco de canela o cacao en polvo a la mezcla de harina para variar el sabor tradicional.
- El bizcocho se puede acompañar con una taza de té o café, ¡es perfecto para una merienda!
¡Este bizcocho es como el que se hacía en casa de las abuelas! Es fácil de hacer, económico y muy sabroso. Perfecto para disfrutar de un buen pedazo de historia culinaria.