Una vez que el arroz esté casi listo, añade 4 tazas de leche a la cacerola con el arroz. Revuelve bien y lleva la mezcla a fuego medio, permitiendo que se cocine lentamente. Durante este proceso, el arroz absorberá la leche y se irá volviendo más cremoso.
3. Añadir azúcar y especias:
Cuando el arroz esté casi completamente cocido, agrega el azúcar, la rama de canela y la cáscara de limón. Cocina por unos 10-15 minutos más, revolviendo constantemente para evitar que se pegue. La mezcla debe espesar y volverse suave.
4. Incorporar la vainilla:
Una vez que el arroz tenga una textura cremosa, retíralo del fuego y añade la esencia de vainilla. Mezcla bien para que el sabor se integre perfectamente.
5. Dejar enfriar y servir:
Deja enfriar un poco antes de servir, ya que el arroz con leche puede disfrutarse tanto caliente como frío. Sirve en tazones individuales, espolvorea un poco de canela en polvo por encima para darle el toque final y, si lo prefieres, añade un poquito de azúcar extra al gusto.
Consejos:
- Textura: Si prefieres un arroz con leche más líquido, puedes añadir un poco más de leche hasta alcanzar la consistencia deseada.
- Toque extra: Puedes agregar pasas o almendras picadas para darle un toque extra de sabor y textura.
- Opciones veganas: Si prefieres un arroz con leche vegano, usa leche de almendras, coco o avena, y ajusta el azúcar a tu gusto.
Variaciones:
- Arroz con leche de coco: Para una versión tropical, puedes sustituir la leche normal por leche de coco y añadir un toque de coco rallado.
- Arroz con leche y chocolate: Si eres fanático del chocolate, agrega un poco de cacao en polvo a la mezcla para darle un giro delicioso.
Conclusión:
El arroz con leche es uno de esos postres sencillos, pero llenos de sabor y calidez. Con cada cucharada, es como si te abrazara el alma. Y aunque muchos lo odien, es un clásico que no pasa de moda. ¿Quién puede resistirse a su cremosidad y dulzura? ¡Dile adiós a los prejuicios y dale la bienvenida a este delicioso postre en tu vida!