Pasteles de carne en moldes para muffins salados
Los pasteles de carne en moldes para muffins salados son una versión deliciosa del pastel de carne tradicional, que se transforma en porciones individuales que son perfectas para servir. La receta comienza con la elección de la carne: una mezcla de carne molida de res y cerdo es popular por su equilibrio de sabor y grasa, pero también puede optar por pavo o pollo molidos para una versión más magra.
La carne se mezcla con cebollas y ajo finamente picados, que aportan un sabor picante y ligeramente dulce una vez cocinados. A menudo se añaden hierbas frescas como perejil o tomillo por su toque fragante. Para que quede aglutinante y húmedo, se mezclan migas de pan y un huevo con la carne. Las migas de pan absorben los jugos, manteniendo los mini panecillos húmedos y tiernos, mientras que el huevo ayuda a aglutinar la mezcla, asegurando que mantenga su forma durante el horneado.
A esta base se le pueden añadir diversos condimentos: salsa Worcestershire para darle un toque picante de umami, kétchup o pasta de tomate para darle un toque dulce y ácido, y una mezcla de especias como pimentón, mostaza en polvo y pimienta negra para darle calidez y profundidad. Algunas recetas también incluyen queso rallado, como cheddar o parmesano, para darle un toque pegajoso y cremoso.
Una vez preparada la mezcla de carne, se divide uniformemente en los huecos de un molde para muffins, que se engrasan ligeramente para evitar que se peguen. Este método de molde para muffins no solo permite dividir las porciones fácilmente, sino que también permite que los pasteles de carne se cocinen más rápido que un pastel tradicional, generalmente en unos 20 a 30 minutos.
Antes de hornear, se suele agregar una cobertura, que puede ser una simple pincelada de kétchup o un glaseado más complejo hecho con kétchup, azúcar moreno y vinagre, que le da un acabado brillante y ácido agridulce a cada mini pastel de carne.
A medida que se hornean, los pasteles de carne adquieren un delicioso color dorado por fuera y se mantienen jugosos por dentro. Los bordes pueden quedar ligeramente crujientes, lo que ofrece un delicioso contraste de textura con el tierno centro.
Una vez fuera del horno, estos panecillos de carne se dejan enfriar unos minutos en el molde, lo que facilita su desmoldado. Se pueden servir como plato principal, quizás acompañados de puré de patatas y judías verdes, o como parte de un bufé, ya que tienen el tamaño perfecto para un aperitivo que se puede llevar con la mano.
La belleza de esta receta radica en su versatilidad: se puede personalizar con diferentes carnes, hierbas, especias y aderezos para adaptarse a cualquier gusto. Además, estos mini pasteles de carne son perfectos para preparar comidas, ya que se pueden refrigerar o congelar fácilmente para consumir más tarde.
Ingredientes
1 libra de carne molida
1 huevo batido
1/2 taza de pan rallado
1/4 taza de ketchup, más extra para aderezar
1/4 taza de leche
1/2 cebolla finamente picada
1 cucharadita de ajo en polvo
1 cucharadita de salsa Worcestershire
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de pimienta negra
Instrucciones:
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