Cómo hacer mermeladas sin azúcar paso a paso
Hacer estas mermeladas en casa es un proceso sencillo y muy gratificante. No necesitas ser un maestro repostero ni tener experiencia previa. Lo mejor es que cada receta sigue una estructura similar, así que cuando domines una, las demás te resultarán aún más fáciles. Vamos a ver cómo prepararlas con todos los detalles.
Paso 1: Prepara la fruta
El primer paso es siempre asegurarte de que la fruta está limpia y lista para usar. Lava bien los frutos rojos, pela y deshuesa las ciruelas, corta el mango en cubos y elimina las semillas y la parte blanca de las naranjas.
Si usas frutas grandes como ciruelas o mangos, trocéalas en pedazos pequeños para que se cocinen de manera uniforme y más rápida. Para los frutos rojos, basta con quitar las hojas o tallos si es necesario.
Paso 2: Cocina la fruta
Coloca la fruta preparada en una olla de fondo grueso junto con el zumo de limón y, si la receta lo requiere, un poco de agua para ayudar a que no se pegue en las primeras fases.
Cocina a fuego medio, removiendo de vez en cuando para evitar que la mezcla se queme en el fondo. Dependiendo de la fruta, este paso puede llevar entre 10 y 40 minutos:
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Frutos rojos: unos 10-15 minutos.
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Mango: 10-15 minutos con la gelatina o agar-agar añadido a mitad de cocción.
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Ciruelas: 20-30 minutos, hasta que la fruta se deshaga por completo.
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Naranjas: 30-40 minutos, agregando la ralladura en los últimos minutos para potenciar el aroma.
El objetivo es que la fruta se ablande y suelte sus jugos, creando una textura de compota.
Paso 3: Añade el espesante y el edulcorante (opcional)
Cuando la fruta ya tiene la textura de un puré grueso, es momento de añadir el espesante. Según la receta, puede ser:
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Semillas de chía: se añaden al final y ayudan a espesar mientras la mezcla se enfría.
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Gelatina hidratada o agar-agar: se incorpora durante la cocción y necesita unos minutos para activarse.
Prueba la mezcla y, si deseas un sabor más dulce, añade estevia, eritritol o el edulcorante de tu preferencia poco a poco hasta alcanzar el punto deseado.
Paso 4: Envasar y conservar
Con la mermelada aún caliente, viértela en frascos de vidrio previamente esterilizados. Llénalos casi hasta el borde, cierra bien las tapas y colócalos boca abajo durante unos minutos para crear un vacío natural.
Cuando los frascos se enfríen, guárdalos en la nevera. Si sigues este método, la mermelada se conservará fresca durante varias semanas.
Consejos para el éxito
Para que tus mermeladas sin azúcar queden perfectas desde el primer intento, ten en cuenta estos consejos:
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No te apresures con la cocción: un fuego demasiado alto puede quemar la fruta, mientras que uno muy bajo prolongará innecesariamente el proceso.
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Controla la textura: si te gusta más líquida, usa menos espesante; si la prefieres más densa, añade un poco más.
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Prueba el sabor: cada fruta tiene un dulzor natural distinto, así que ajusta el edulcorante con moderación.
Cómo almacenar mermeladas caseras sin azúcar
A temperatura ambiente
Solo se recomienda si has realizado un vacío correcto y la tapa está perfectamente sellada. Incluso así, es mejor consumirla en un par de semanas.
En la nevera
Guarda los frascos abiertos o recién preparados en la nevera. Se mantienen en buen estado entre 2 y 3 semanas.
Congelación
Si deseas hacer grandes cantidades, puedes congelar la mermelada en recipientes herméticos. Para usarla, descongélala en la nevera y remueve bien antes de consumir.